“Por desgracia el mundo todavía tiene que aprender a vivir en la
diversidad”
Papa Juan Pablo II,
discurso ante las naciones unidas, 1995.
Se ha divulgado en estos días por
las redes sociales un video sobre un experimento social elaborado en el país de México acerca de la discriminación racial, encuestando a
diferentes niños mexicanos. En sus respuestas se pudieron observar que la mayoría
de los participantes tendían a resaltar con cualidades positivas y
buenas al muñeco blanco de ojos claros que se encontraba delante de ellos y, en
el caso contrario, características negativas al muñeco de color café. La mayoría
se identificó con aquel muñeco dotado de cualidades positivas. Lo interesante
de todo esto fue la instintiva asociación entre las percepciones positivas y negativas de los niños y el color
de la piel.
Con esto, entendemos, que desde
que somos infantes se nos promociona un concepto radical de belleza y agradabilidad, una
estructura hegemónica social por sobre la diversidad cultural. Desde
que somos pequeños vamos integrando e imitando estos conceptos populares hasta
acomodarlas como propias. Es ahí donde generamos nuestras primeras creencias
categóricas, los estereotipos. En consecuencia, esto nos conduce a un discriminar
entre lo bueno y malo, lo agradable y lo desagradable, lo deseado y lo
indeseado; en un mundo que se basa por vivir en dicotomía. Aquí no existen los grises. Por este motivo comienzan a formarse estas estructuras mentales preconcebidas denominados prejuicios y la tan intolerante
discriminación hacia lo desconocido y diferente. Y los principales responsables de inculcar
esta información en la mente de los niños son el sistema socio-político, familiar y los medios de comunicación.
¿QUÉ SON LOS PREJUICIOS?
Según el diccionario es la "opinión negativa o juicio en general desfavorable sobre algo formado sin motivo o conocimiento". Etimológicamente quiere decir 'juicios previos' o 'juzgado de antemano'. Desde la psicología la entendemos como una determinada actitud, por lo general de carácter negativo,
que tenemos antes determinados grupos, culturas, pueblos, etnias y géneros. Es un
conjunto de creencias generalizadas basadas en estereotipos categóricos vinculadas a
emociones como el temor, la hostilidad, la envidia y que nos impulsa a la
acción (discriminar).
Estas creencias o ideas
preconcebidas (desde la Escuela Cognitiva llamados Esquemas) hace que las personas
distorsionen sus impresiones con respectos a las conductas de los otros. Los prejuicios
son esquemas que influyen en cómo percibimos e interpretamos los acontecimientos. Los
prejuicios, sin duda, tiñen nuestras percepciones. Un estudio en California, confirma lo mencionado.